La Gestión de Activos, que impulsa la perspectiva financiera del BSC, es el proceso global de gestión a través del cual consistentemente agregamos valor a la compañía mediante el uso y cuidado de los activos. En la misma partimos de los objetivos del negocio, definimos las estrategias de los activos, centrándonos en el mantenimiento y la confiabilidad, con objetivo de optimizar todos los recursos.
Inicialmente consideramos el Ingreso del Ciclo de Vida, que será la sumatoria de todos los ingresos generados por el uso del activo a lo largo de su ciclo de vida, también el Costo de Ciclo de Vida y la diferencia de ambos, denominada Beneficio de Ciclo de Vida, que es lo que se maximizará para optimizar el negocio.
Un indicador clave para evaluar los resultados es el Retorno sobre los Activos, el cual se calcula como el cociente entre el Beneficio de Ciclo de Vida y el Valor de los Activos.
El Mantenimiento tiene por objetivo asegurar la competitividad de la organización por medio de la disponibilidad y confiabilidad planeada de la función deseada, cumpliendo con todos los requisitos del sistema de calidad de la empresa, cumpliendo con todas las normas de seguridad y medio ambiente y al máximo beneficio global.
Esto significa que para alcanzar la Competitividad, además de los cuatro factores claves que son la Calidad, la Productividad, la Seguridad y el Medio Ambiente, se agrega un quinto factor clave que es la Confiabilidad, soportada por el Mantenimiento, que es lo que garantiza que los demás factores claves continuarán con su desempeño adecuadamente.
Para lograr esto debemos tener objetivos operativos claros, y no hay duda que uno de los más importantes y básicos es el de Producir. La Producción no es el resultado de un esfuerzo aislado, sino el producto de una acción combinada la cual se inicia con la Capacidad Instalada, que depende de la inversión realizada; sigue con el Ritmo, que depende de cómo se efectúe la operación de las instalaciones; continua con la Calidad; para terminar con la Disponibilidad, la cual depende del mantenimiento que realicemos.
Esto nos lleva al siguiente indicador a tener en cuenta que es la Efectividad Global de Equipos, el mismo es a su vez el producto de tres indicadores también muy importantes, el Ritmo, la Calidad y la Disponibilidad.
Finalmente, identificaremos los activos críticos para la organización que serán clasificados por: criticidad, reemplazabilidad, accesibilidad, tiempo de reposición, costo de reposición y variabilidad de la demanda; con toda esta información podremos entonces definir los adecuados modelos de reposición, las políticas de gestión de stocks a desarrollar y el control de gestión para el seguimiento de los indicadores de gestión definidos.
Por tanto, la gestión de activos de la organización permitirá un control continuo de los resultados obtenidos por los indicadores predefinidos y, así, se podrán corregir las desviaciones que puedan llegar a producirse logrando incrementar el desempeño del BSC.
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Prof. Mario Héctor Vogel